Francisca Alfaro
Por que corriendo, cayendo y sudando la manzana
Arena, pie y sentidos no detuve
Para escuchar las agitaciones del corazón
Del cuerpo sincero reposado
En lecho de plata y panal tibio.
Eterno sea el cuerpo larvario.
Que soporta dormir frente al espejo
Y a la noche con sus grandes ojos.
Veo siempre un arco iris,
Alianza de quien no vuelve.
En el pozo de la vida
Mis ojos llorosos y marchitos.
Razón tienes amado,
Razón tengo yo en mi vorágine.
Razón cuando a tu canto desangra
Mi nombre de doble filo.
Muestras tu pañuelo de hoja
Atando tu pesar al viento.
El gozo a la leyenda del río.
Noviembre de 2003
Saber observar una marcha
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*Por Mauricio Vallejo Márquez,*
*Escritor, jurisconsulto, maestro*
Observar, ese es el primer e indispensable paso del proceso creativo. Sin
ese verbo...
Hace 2 años