sábado, 30 de junio de 2012

Dos poemas de Lya Ayala





 cuatro
el tiempo entre las manos espera las palabras
he oído el canto y no he tenido miedo
cuando se alza el silencio sobre la hierba
la que abajo silba canciones
entona la voz del campo
alguna vez dijimos que era tarde y era tarde y era tarde
pero regresaste limpio y pequeño a mí
la historia del amor no existe
existe la palabra
existe el tiempo
abajo silba canciones la hierba
la historia del amor que se quiebra
ella ha de enseñarte a hablar y nombrar las cosas
nombraras un hombre y se hará verdad
nombraras un animal y se hará niebla
nombrarás el amor y se abrirá un ala
y será desierto y viento y arena


 
soplo
solo fue un soplo que pasó rozando mi rostro
volví para mirarlo y me enganché en sus ojos
yo que paseaba sin memoria ni tiempo
yo que no esperaba nada ni a nadie
sentí el soplo y desnude el alma.

soplo que pasó leve e ingrávido encima de mi cabeza
soplo que desnudó mi silencio y mi torpeza
quise tomarlo dulcemente en mis dedos
para mostrarle la lluvia y sus latidos
el toque del silencio sobre la piel y sus surcos
quería como quería mostrarle la historia del hombre
sobre su mano.

soplo que surca el cielo los parques las calles
soplo que camina y camina sin descanso
que no habita casa sino aire
ese misterio de Dios se posó en mi rostro
yo que no tengo memoria ni tiempo
yo que no espero nada ni a nadie.