sábado, 5 de julio de 2008

Buscando tu saliva


Antonio Gamero
En esta constelación de gritos

y en este vaivén de olas humanas y difusas,

yo busco la corriente clara de tu saliva

-ungüento iluminado de palabras y risas.

Me quito la camisa, el miedo y los zapatos

y subo por escalas de aire y nada

para asaltar y desflorar

la desnuda verdad de la esperanza.

Bombardeo la noche

con mis vacilaciones de luciérnagas

y mis manos se llegan submarinas

a sabotear el rojo resplandor de tus piernas.


Yo busco inopinadamente tu saliva

para que no se riegue inútilmente

en este gran vacío donde todo se pierde

y para humedecer la tierra

donde la yerba y la golondrina

bajo la sed se hermanan en la muerte.

Yo busco tu saliva mentolada

para pegar cabezas

desprendidas del cuerpo de los niños

y para alimentar las células

de la gente leprosa que anda buscando asilo.

Para abrirle los ojos a los gatos naciendo

bajo trenos de sol desgobernado

y para desapegar las estampillas

de cartas censuradas que me vienen

de los confusos y lejanos puertos.


Yo sé que todos los amantes vinieron

a besar la rosada cicatriz de tus labios

y a extraer el zumo de tus limas maduras:

al herirte la carne y al enardecer tus brazos.

Mas yo he venido sólo para buscar tu saliva;

tu saliva que sirve sólo para limpiar metales,

tu saliva que apaga el cansancio de mis miembros,

tu saliva que ahoga la cólera de las viejas,

tu saliva que lava la camisa de Dios,

tu saliva que ablanda las conciencias,

tu saliva que abre hoyos en las piedras,

tu saliva que es frágil en la hora de abrazarnos,

tu saliva que es sangre perfumada, incolora,

tu saliva que es germen de santos y profetas,

tu saliva que es sal y agua bendita

para animar la ira del demonio.

Todos los amantes vinieron a buscar tu carne;

en cambio yo agonizo buscando tu saliva

para inyectar este animal enfermo

que traigo aprisionado en mi camisa.

No hay comentarios: