Jaime Suárez Quemain
Con el tiempo
desde la escuela tratarán de "educarte"
-es decir: domesticarte-
por suerte hay medios para evitar la trampa.
Te dirán que el mundo
se divide entre vivos y tontos.
Nada más falso, niño mío.
En el hombre sólo hay dos alternativas:
es libre o no lo es.
Con esto quiero decir
que eres tú quién decide.
Es tan sucio el que pone las cadenas
como el que las acepta como algo sin remedio.
Cuando asistas a la universidad
ten presente
que manos de albañiles la construyeron,
que detrás de cada libro
hay manos de tipógrafos que, aunque no te conocen,
piensan en tí en cada letra que colocan,
que detrás de una regla de cálculo,
de una probeta
y hasta del lápiz que ocupes: hay manos obreras.
No los defraudes volviéndoles la espalda.
Si algún día te toca
anteponerle a tu nombre
la palabra "doctor" o "licenciado"
que no sea para estar en alianza con el gangster.
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