miércoles, 20 de agosto de 2008

VECINO III


Jaime Suárez Quemain


Es una viejecita la mar de agradable.

Le gusta observar por la ventana

a las cipotas que juegan en la acera,

aunque si meten ruido

hacen un gesto de enojo

con su mirada de ceiba milenaria.

Le soy simpático,

quizá se identifica con la misantropía

que poseo en los ojos.

De vez en cuando, iracunda,

habla del pudor de sus tiempos

y se queja de que a la niña vecina

la arrinconen en la oscuridad de la luna.

No hay comentarios: