Hilda Flores
Caminar
y seguir siempre aquí.
Sentir en mi cuerpo
el grillete del tiempo.
Preguntar por quién viene.
¿Será su mano blanca?
¿Será de sal o sangre?
Escuchar la verdad de mi palabra
y ver las espaldas que se alejan.
Caminar, moverme,
en busaca de lo no consumado.
Sufrir el insomnio.
Percibir todo, profundo, incomprensible.
Volar.
En el vuelo perder las alas,
y sentir que de los muñones desangrados
me nacen de nuevo,
estoicas,
cual savia de cactus.
Caminar . moverme,
sin comprender dentro de míla cohesión que proclama mi existencia.
El eterno sometido
-
Las dictaduras militares nos dejaron como herencia el conformismo y agachar
la cabeza. Nos dejamos que pasen sobre nosotros sin que digamos nada, sin
rec...
Hace 6 años
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