Otoniel Guevara
Qué escalofriante el infierno del que ama
Macabra
su noble efervescencia de condenado
Enfila alegremente hacia el suplicio
Entrega el corazón lleno de alas
Sus ojos se extraviaron para siempre
contemplando la belleza
de un paraíso
tan solo prometido
El eterno sometido
-
Las dictaduras militares nos dejaron como herencia el conformismo y agachar
la cabeza. Nos dejamos que pasen sobre nosotros sin que digamos nada, sin
rec...
Hace 6 años
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