Soy una mujer subdesarrollada de un país digno del olvido
Muerdo las horas de desocupación y rotulo
Las líneas de mi mano, con promesas inútiles.
Voy a la cocina, hago un café y espero
Me duele algo todos los días,
Miro la ventana con los ojos más tristes
Me da miedo llorar
Me da miedo parir
No puedo pensar en el grito
Por eso disimulo,
Miro
a través de la brisa.
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