domingo, 22 de junio de 2008

PREÑÉZ


Otoniel Guevara

enterré mi testamento en tu vientre

ante la incertidumbre de los murciélagos

que no captaron la transfusión de palpitares
(cuando exhalabas mis huesos

el Universo

se hizo miles de versosy viceversa)
con un chorro de sangre y de viento

toqué tu frente de barro

para iniciar el ritualde la melodía
luego

buscamos la llamita verde

de todos los orígenes

e hicimos la luz

1 comentario:

Rodrigo Ramos dijo...

cabal lo que andaba buscando!
poesia meid in jom =)